miércoles, 10 de octubre de 2012

7. Expresiones culturales Manierismo y Barroco.


Manierismo y barroco en Europa
El fenómeno cultural más importante de todo este tiempo fue el llamado barroco. Es en referencia a é1 que se da con frecuencia el nombre de período barroco al comprendido entre mediados del siglo XVI y principios del XVIII. Frente al Renacimiento, el barroco es el producto de una sensibiliclad y una actitud cultural distintas. Los orígenes del barroco hay que buscarlos, como los del Renacimiento, en Italia. Ya durante el siglo XV, los maestros y artistas italianos, aunque mantuvieron los cánones de los maestros renacentistas como un ideal artístico indiscutible, habían ido, a la vez, tomándose la libertad de reordenar los elementos y los temas para dar así a la obra. una mayor personalidad y una expresión más propia dentro de los considerados cánones de la escuela, o manera. La tensión artística a que llevó, de una gran artificiosiclad sobre la base de una serenidad clásica, con líneas 1ógicas y geométricas muy definidas, recibió el nombre de manierismo, que es la característica más importante de todo el arte a lo largo del siglo XVI.
Como un desarrollo y, al mismo tiempo, en oposición al manierismo se desarrolló en Roma, durante la segunda mitad del siglo XVI, el estilo barroco, término que, aunque aplicable primeramente a las artes visuales, arquitectura, escultura y pintura, se usa con frecuencia también con referencia a las artes literarias y a la música. Con abandono completo de la serenidad típicamente renacentista, el barroco deriva hacia una agitación, tanto intelectual como sensual, que pretende dar cauce a todos los sentimientos. Esta agitación se manifiesta en una inclinación hacia la exageración de lo suntuoso y recargado, que es característica fundamental de este movimiento. Con su afán de reinterpretar los temas renacentistas, el barroco abandona las reglas y la circunspección buscando sobre todo la intensificación, la exaltación de la realidad. Por ello se mezclan en é1 elementos realistas con otros claramente idealizantes.
La arquitectura. La arquitectura barroca prevalece sobre toda otra manifestación artística, usando las demás, escultura, pintura, como elementos constitutivos del efecto plástico que quiere conseguir. La finalidad de la arquitectura barroca es la expresión del espacio. Para ello se abandonan las líneas definidas y rectas del Renacimiento, para dar preferencia a la línea curva por ser más dinámica. El conjunto arquitectónico está generalmente concebido en función del lugar, plaza o calle, a que se destina. Las fachadas adquieren gran importancia, a veces, casi independencia del resto de la obra; mientras que en los interiores, las Iíneas constructivas desaparecen bajo una abundante ornamentación con exuberancia de flora y fauna, sobre numerosas cornisas y columnas griegas y romanas. De éstas, las retorcidas, Ilamadas salomónicas, son las más comunes. También las plantas constructivas cambian, manifestándose preferencia por las circulares, elípticas o mixtilíneas. Por otra parte, dado el predominio de los elementos decorativos sobre los constructivos, se puede afirmar que el estilo barroco más que un estilo de arquitectura es una forma de decoración arquitectural.
De especial interés es la arquitectura. barroca de Francia, que Ilega a su apogeo con Luis XIV, el Rey Sol, en el famoso palacio de Versalles. El barroco francés, aunque de origen italiano es, a ]a vez, una reacción contra el exceso ornamental italiano y así se mantiene más clasicista, guardando Iíneas estructurales y decorativas más en consonancia con la tradición renacentista.
 En España el estilo barroco fue introducido como una transformación decorativa de obras ya iniciadas o concebidas según líneas herrerianas, renacentistas e incluso góticas.
El primer período del barroco español, correspondiente a la mayor parte del siglo XVII, se caracteriza todavía por una sobriedad, debida a las formnas herrerianas en que se basa y, también, a la influencia italiana que mantiene. A principios de siglo trabajaba en Castilla Juan Gómez de Mora, a quien se debe el monasterio de la Encarnación, el Ayuntamiento de Madrid y el Colegio de Jesuitas de Salamanca, La Clerecía, que es, sin duda, su mejor obra. Su patio interior es uno de los más hermosos del barroco español. En Toledo, el hijo de El Greco, Jorge Manuel Theotocópulos dirigía las obras del Ayuntamiento, una de las obras que mejor expresan la elegante línea del barroco españhol. Otras obras importantes son El Panteón de El Escorial, del italiano Crescenzi y el Palacio del Buen Retiro con sus magníficos jardines, en cuya construcción intervino Alonso Carbonell.
En Andalucía, ya hacia fines del siglo, el pintor y escultor, Alonso Cano, inició la tendencia hacia un mayor esplendor ornamental que caracteriza el segundo período del barroco español. A Alonso Cano se deben, además de numerosos retablos, la fachada de la catedral de Granada.
Hacia fines del siglo XVII se percibe ya claramente la tendencia hacia una ornamentación más abundante y recargada. Obras importantes de fines de este siglo son la basilica del Pilar de Zaragoza, obra de Francisco de Herrera, y la iglesia de San Cayetano, de Francisco Villanueva en la misma ciudad, y la esbelta torre de la iglesia de Santa Catalina obra de J. B. Viñes, en Valencia.




Arquitectura Del Barroco En Italia.
DESCRIPCION
Corresponde su arquitectura al barroco manierista del XVII; templo de planta de cruz latina, con esbelta cúpula de igual estilo. Su exterior está circundado por un irregular atrio, de principios del XIX, cercado por columnas que sostienen cruces y macetones alternados y un enrejado de épocas posterior. Cuenta con tres puertas de acceso. Cada puerta ostenta una fachada en cantera rosa del barroco manierista, sobresaliendo la fachada principal, sobre la que se erige una torre campanario de tres cuerpos de la misma época y estilo de todo el edificio; además del cubo del reloj se aprecia otra torre de inferiores proporciones y de bello estilo churriguera del siglo XVIII. Al lado del bautisterio y unido a él hay una capilla neoclásica con dos ligeras torres, cuyo estilo choca con el resto del pueblo. Fue construida entre los años de 1870 y 1878; dedicada a la Virgen de Lourdes. El interior de la Basílica perdió sus tres retablos barrocos, los que en el siglo pasado fueron bárbaramente sustituidos por fríos neoclásicos, encontrándose en la central el baldaquino que guarda la antigua imagen de la Virgen de Guanajuato. Uno de los laterales está dedicado a San Nicolás de Tolentino, patrono de la minería, y el otro a San Ignacio de Loyola, patrono de la ciudad. A los lados de la puerta principal se encuentran dos pequeñas capillas neoclásicas, y se dice que una de ellas fue hecha por Tresguerras, en la que se encuentra el cadáver del patriota padre Jarauta, que luchó en México contra la intervención norteamericana y los tratados de Guadalupe Hidalgo. El piso del templo, cuyo original posiblemente era de duela de mezquite, y luego fue de losa, data de 1956 y es de material de marmóreo. En el siglo XVII el Marqués de San Clemente edificó un anexo al templo para el camarín de la Virgen, el que posteriormente va condicionado para bautisterio, contando con una bella pila sacramental y con pinturas de Miguel Cabrera. La imagen de la Virgen de Guanajuato dice la tradición fue donada por Carlos I o Felipe II. Es una escultura en madera estofada magnífica. Llama la atención la dulce belleza de los rostros de la virgen y del niño. Suele recubrirse el estofado de rico ropaje que ocultan la excelencia de la talla, lamentablemente mutilada en uno de sus vuelos inferiores. Le sirve de base una magnífica y rica peana de plata repujada de estilo barroco, donada en 1737 por José de Sardaneta y Legaspi. La capilla donde se encuentra el cadáver del padre Jarauta, sirvió en el siglo pasado para guardar los auténticos restos de Santa Faustina Mártir. El Cuerpo embalsamado de esta santa y de su sangre en polvo, contenida en un bello vaso, fueron adquiridos en roma por el segundo Conde de Valenciana. Debidamente certificados en la Santa Sede llegaron en la ciudad de México en el año de 1803 y fueron puestos a la pública veneración en la capilla particular de la Casa del Conde, de la calle de Plateros (ahora Madero) de la Capital Virreinal. En 1812 bajo fe de Notario fueron depositados en la urna que los contiene actualmente, el Conde de Valenciana donó el cuerpo y sangre de Santa Faustina en la Parroquia de Guanajuato, y se colocaron en 1826 en una capilla cuyo altar fue hecho por el arquitecto Eduardo Tresguerras. En 1907, con motivo del patronato canónico de la Virgen de Guanajuato, los restos de la Santa fueron trasladados al altar mayor
La Arquitectura Rococó En Francia.
En Francia, aparecen pronto nuevos motivos decorativos: se realzan los arabescos y se sustituyen algunos dorados por tonos claros y maderas barnizadas.
Uno de los edificios tradicionalmente considerado como rococó en Francia es el Pequeño Trianon. En efecto, fue la residencia de Mme. de Pompadour, amante de Luis XV, y ella dió su toque personal a este estilo en la corte francesa.





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